domingo, 15 de septiembre de 2013

LA DECISIÓN: DEJAR DE FUMAR

Pues llegó el día que me harté del tabaco. De oler a humo, de apestar todo lo que me rodeaba, de oír a mis hijos y a mi mujer. En ningún caso fue por encontrarme mal físicamente, pero han sido muchos años los que he estado prisionero del tabaco. Concretamente soy, era, fumador desde los 14 años y tengo 44. La cuenta es fácil. Había intentado varias veces dejarlo, sin ninguna convicción, la verdad, porque realmente me gustaba, me gusta fumar. Sólo ha habido un par de intentos serios, uno con chicles de nicotina y otro con un sistema de andar por casa, casi surrealista, que me recomendaron, masticar los aros de plástico de los precintos de las botellas de agua, jajaja. Con este no duré mucho, pues me fastidiaba las encías que tengo delicadas, seguramente por culpa del tabaco. Con los chicles me fue mejor. Lo dejé, no sin mucho esfuerzo, durante un par de años, con altos y bajos, pero a la primera preocupación que me sobrevino, volví a caer. Además lo pasas mal, pues el hábito de fumar no se sacia solo con la nicotina. El tener algo en la mano, el exhalar humo tiene su parte importante, y esto te lo da el cigarrillo electrónico.

Curiosamente a mí nunca me ha molestado el olor a tabaco, realmente el fumador no suele notarlo, y esa fue la razón definitiva para intentarlo una vez más y en serio. A parte de otras razones como la salud y el ahorro me decidí por fin, cuando empecé a olerme yo mismo al puñetero tabaco. Al acostarme y mover las sábanas yo mismo me apestaba, cuando por la mañana me mojaba el pelo para peinarme, apestaba a tabaco, y me había duchado antes de acostarme, pero claro, también había estado fumando antes de acostarme. Cuando repartía los exámenes de mis alumnos, me decían: "Jose, esto apesta a tabaco". Simplemente habían estado encima de la mesa del despacho... En fin, situaciones como estas a diario... Y de las que no me daba cuenta. Ahora mismo me sorprendo en un supermercado oliendo a tabaco rancio impregnado en la ropa. Pero no soy yo, es alguien que simplemente ha pasado por mi lado... Y pienso... Yo olía así antes...

En fin que un día me cansé y me decidí a probar el cigarro electrónico ese del que había oído hablar. ¿Dónde vendían eso? En las farmacias. Miré un poquito por internet y vi que había un par de marcas pero también vi que vendían también fuera de las farmacias, en herboristerías y en tiendas on line de procedencia china. Pero no les hice caso a estas últimas porque me daban más confianza las farmacias... (error, jejeje).

Total que salí a la calle a la busca y captura de mi primer cigarrillo electrónico.

Primera farmacia, no tenían, había que pedirlo y costaba unos 50€. Como soy un ansias y lo quería ya, no lo pedí con la esperanza de encontrarlo en alguna otra farmacia. Tras 3 ó 4 farmacias más sin resultado pasé a buscarlo en herboristerías y parapharmacias. Tampoco tenían, era muy caro y tenía poca salida y ya no traían. Pasé a los multiprecios de chinos. Como había visto que esos cigarrillos procedían casi todos de china... Negativo. No tenían. Aún no han llegado, pero llegarán. Total que en mi desesperación, llegué a preguntar (de forma absurda, lo reconozco) hasta en un estanco... En apariencia es absurdo, pero no tanto. Si el que deja de fumar se pasa al vapor el estanco que antes se recicle... es una idea de futuro.

Desanimado volví a casa sin mi cigarro electrónico con la idea de pedirlo, al día siguiente en la farmacia. Buena decisión, porque esa misma noche me empapé con la red de toda una información que me abrió los ojos, descartando de inmediato el cigarro de la farmacia. Di con el foro ya mencionado en la primera entrada y que tenéis en la lista de webs de aquí al lado. Me saturé de información y me volví loco con las posibilidades que había y sobre todo la principal: alejarse del cigarrillo de la farmacia. Por varias razones: es muy caro, no lleva nicotina y no tiene apenas potencia, con lo cual, te dejas los pulmones aspirando y el vapor que exhalas es ridículo en comparación con la más pequeñas de las baterias 510 o ego.

A mí desde luego me quedó claro. Las baterías 510 o EGO era lo que buscaba. Sacaban vapor tanto o más que humo con un cigarro. Los cartuchos o líquidos utilizados llevaban nicotina en varias proporciones a elegir y lo único que los asemejaba a los de farmacia era la forma, sobre todo las baterías 510, no así las ego. Así es que paciencia, sin prisas, a leer más a informarme, a pedir ayuda y recomendaciones en el foro, a leer experiencias de otros usuarios a averiguar que tiendas online eran fiables y con buenos precios... Y ya con más tranquilidad pedir un primer kit para empezar.

Pero eso lo dejaremos para la siguiente entrada...

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